
Hace tiempo que quería escribirte algunas cosas, pueden ser palabras, pensamientos o talvez sea simplemente la necesidad de pasar por escrito el interminable monologo que tengo que tener desde que no estas, a veces siento que estas ahi tan cerca y tan lejos como siempre estuviste, al otro lado del teléfono, cruzando el océano, estabas lista para contarme las cosas del día o el resumen de la semana.
Decir que me haces falta, es talvez la frase mas obvia y esperada, claro que me haces falta en cada decisión que tomo, en cada alegria que tengo o en cada momento de tristeza, nada me quedo por decirte, bueno... talvez una cosa que siempre supe que que con tu sabiduría e inteligencia te diste cuenta que te estaba ocultando algo, digamos que me quedé tranquila porque aunque no preguntaste supe que sabias aquello que no te dije.
Desde hace un tiempo quería hacer esto, escribirte, me enseñaste tantas, tantas cosas, unas buenas otras no tanto pero al final me diste aquella lección de vida que me quedo como herencia , no pretendo superarte porque no es fácil pero pretendo si, igualarte, hay días en lo que se me olvida que no estas eso me pasa frecuentemente, hay días en los que sueño contigo y te siento ahí, muy cerca tuvimos momentos de grata complicidad en diferentes momentos de la vida, hoy me acorde de la tarde que pasamos en San Telmo ese viaje a Buenos Aires es el recuerdo mas vivo y lindo que tengo de ti, en ese viaje te conté muchas cosas, supiste entender y te diste cuenta que eran importantes para mi.
Así como ese viaje tengo otros recuerdos, tengo grabada en la memoria una llamada que me hiciste para contarme un problema, ese día me dí cuenta que tan amigas eramos, a pesar de haber estado lejos tanto tiempo, estos más de diez años fuera de la casa me acercaron a ti de otra forma, talvez en las cosas más fundamentales, más intimas y más importantes.
El vacío es grande y nada lo llenara dicen que con el tiempo se aprende a vivir, el otro día hablaba con Danilo que cada uno de nosotros vive tu falta de forma diferente siempre dije que a tu ausencia física ya me había acostumbrado pero hoy me di cuenta que no es verdad, existen pequeños detalles en los que todavía estas presente hoy me pregunté que haré cuando esas cosas naturalmente desaparezcan, entonces pensé en una cosa que le enseñé a Antonio, se llama "la cámara del alma", un día le dije cuando algo te guste y no lo quieras olvidar tomale una foto con la cámara del alma, consiste básicamente en cerrar los ojos en el momento cierto y guardar una imagen.
Hoy abrí mi álbum del alma... Desde el viaje a Panamá hasta el ultimo día que te vi, son muchas fotos, tengo fotos tuyas haciendo el quippe, los tamales, planchadote el pelo esto ya hace treinta tal años, esperando la hora para irte a la universidad, cuando viste a Belisario y cuando fuimos juntas donde Pastrana, te estoy viendo sentada con mi abuela luz compartiendo el cigarrillo y haciendo crochet, las discusiones de política con la familia, los juegos de cartas, las idas de shopping en tantas partes del mundo, nuestras caminadas en Boston, la ilusión que tenias cuando me casé, la serenidad en los momentos mas duros, tu compañía cuando nació Antonio, tu fragilidad cuando te dio aneurisma, tu fortaleza cuando te recuperaste, el día que te vi en el hotel de Miami recuerdo tu pregunta, no se que me dio pero nunca quise aceptar muy bien lo que pasaba, el último día me hablaste poco pero me quedaron todas las palabras y tu mirada... sobretodo tu mirada.
Ves Ma como decías tu, me duele el alma y hoy más que nunca tengo ganas de gritar!
te extraño